I'm all for organic products from food to personal care to cleaning agents but haven't you noticed how expensive it's become to shop for just one week's worth of groceries? The price of organic bell peppers ($4.99 for 2) is absurd, yet, it's common knowledge that peppers are one of the "dirtiest" products around.
I'm not sure I like the long term implications of the price of organic food and products. Are we heading towards food for the rich and food for the poor? And I'm not the only one asking. Time Magazine in their August edition has an article entitled America's Food Crisis and How to Fix It by Bryan Walsh that deals exactly with this issue.
Walsh compares the cost of organic vs conventional groceries, sush as milk, chicken, eggs, bread, tomatoes and apples. The result: organic products cost more than double. In my view, being able to purchase organic food is not just an issue of preference; it is an urgent matter directly linked to the quality of life of human beings and the short term consequences for our planet.
I wish that in the debate over Health Care Reform our representatives would consider accessibility to grains, vegetables and fruits free of all chemicals and grown sustainably as a priority in terms of disease prevention.
...
Yo estoy a favor de los productos orgánicos desde la comida a los productos de aseo personal o de limpieza pero no les parece cada vez más caro hacer la compra semanal? El precio de los pimientos orgánicos ($4.99 por 2) es absurdo pero todos sabemos que los pimientos son unos de los vegetales más contaminados.
No me gusta la implicancia a largo plazo del precio de los productos orgánicos verus los convencionales. Vamos en camino a tener comida para ricos y comida para pobres? Y no soy la única que se lo pregunta. En la edición de Agosto de la revista Time hay un artículo de Bryan Walsh titulado America's Food Crisis and How to Fix It que analiza este tema.
Walsh compara el precio de productos orgánicos y productos convencionales en una típica compra de mercado de leche, pollo, huevos, pan, tomates, manzanas. El resultado: los productos orgánicos cuestan un poco más del doble. En mi opinión, el poder comprar productos orgánicos no es una cuestión de preferencia sino un tema directamente ligado a la calidad de vida de los seres humanos y a las consecuencias a corto plazo para el planeta.
Desearía que en el debate de Reforma de Salud nuestros representantes consideren el acceso a granos, vegetales y frutas cultivados sin químicos y de manera sostenible como un paso importante para la prevención de enfermedades.